Genius Design (traducido al español, diseño de genios) es una corriente de pensamiento acerca de como dar una imagen atractiva y útil para el usuario y su usabilidad o facilidad de uso para conseguir el resultado esperado.
Una genial UX (experiencia de usuario) está basada en la experiencia, intuición, imaginación y habilidad creativa de una o varias personas. A los diseñadores de experiencia de usuario se les presupone especialmente capacitados para ello, de ahí el concepto «Genius Design«.
¿Qué necesita una persona para poder usar sus facultades de Genius Design?
No todas las personas tienen las mismas capacidades de empatía con los usuarios. Tampoco todo el mundo tiene la habilidad de desarrollar una solución para los problemas. Esto es algo que requiere tiempo, formación, paciencia y, sobre todo, grandes dosis de esfuerzo para sacar el lado creativo que tenemos oculto.
Todo esto es para conseguir el hecho de obtener la solución más cómoda y fácil para el usuario. Al fin y al cabo éste es quién realmente tiene el problema.
Para personas que trabajan en diseño de software, estas capacidades ocultas pueden ser potenciales ventajas que no sólo les ayudarán a mejorar la calidad de su trabajo, sino que también redundarán en la venta de su software.
Además de un aumento de prestigio dentro del mundo del diseño, como buenos diseñadores de software.
Cualidades a desarrollar
Todas estas cualidades (intuición, formación, creatividad, etc.) no son tesoros fuera del alcance de personas comunes. Todo el mundo puede mejorar, son cualidades que se van desarrollando cuando adoptamos cierto tipo entrenamientos. Tener buena actitud y crear una rutina en el tiempo nos ayudará a ello.
Por supuesto, hay personas que nacen con dichas actitudes, éstas sobresalen rápidamente dentro de su entorno laboral como personas competentes. Por otro lado, aquellas que no las adoptan, normalmente van a remolque de las ideas que aportan estos primeros.
Si eres de las primeras, enhorabuena, sólo necesitas paciencia y una voluntad de hierro para cumplir los propósitos que tu propia iniciativa te plantee. Si por el contrario, no cumples alguna de estas características nativamente, deberías de trabajar en una rutina para adquirir nuevas aptitudes. Con ello podrás conseguir una habilidad de diseño lo suficientemente buena para poder ofrecer soluciones creativas a tus clientes.
¿Cómo ejercitar todas las virtudes necesarias para ser un genio del diseño?
A continuación expresaré cómo adquirir y/o potenciar dichas capacidades. Para terminar, aplicaremos este análisis de lo que es un buen gestor de Genius Design en uno de los casos más paradigmáticos y conocidos, el de Steve Jobs y los productos de la compañía Apple.
Pensar es la clave de todo proceso de innovación. Si queremos desarrollar software usable, fácil de usar y de excelente calidad, nos hemos de cuestionar todo lo que hemos aprendido hasta ahora. Y a partir de aquí, decidir qué procedimientos son lo más adecuados para alcanzar nuestros objetivos. Además, para ver nuestro progreso deberíamos de usar medidas concretas y viables para nuestros proyectos, para que veamos el progreso poco a poco.
Podemos medir nuestros progresos de diferentes maneras. Crear más en menos tiempo, es una de las medidas más usadas. Trabajar en varias soluciones para un mismo objetivo, también es otra manera de innovar. Así podemos testear y comprobar nuestros avances. Dependiendo del sector, estas pueden cambiar, pero siempre tiene que ser uno mismo el que se ponga las métricas a superar.
Somos los artesanos del software
Tenemos que tener claro que somos los protagonistas del diseño y de la codificación de nuestro software.
Ni nuestro jefe, ni nuestro profesores de informática de la universidad, que sabían lo más novedoso de su tiempo pero tal como avanzan las tecnologías de la información y las leyes de enseñanza está todo bastante desactualizado.
De hecho, incluso nosotros mismos estamos en riesgo de quedarnos anticuados. Para seguir «al día», no podemos abandonar nuestra formación constante, al menos en los aspectos en los que nosotros mismos trabajemos. Si lo hacemos, nos quedaremos obsoletos y no podremos ofrecer las mejores soluciones a nuestros clientes o en nuestros propios proyectos. El mundo tecnológico es un mundo en constante evolución, siempre nos tenemos que estar adaptando a las condiciones de nuestro presente más inmediato. Esto puede variar, nuevos lenguajes, nuevas arquitecturas, nuevos dispositivos … por poner algunos ejemplos de cambios en el mundo tecnológico.
El mundo se construye de ideas y revoluciones, y cuando una idea nueva cobra vida, no estará pendiente de avisarnos. Si no que somos nosotros los que debemos ir a por ellas y subirnos al carro para ser pioneros en nuestro campo, lo cual se traducirá en aprendizaje y en un beneficio personal, y quién sabe … tal vez económico.
La paciencia como clave para diseñar experiencias creativas
La paciencia es una virtud cuando estamos definiendo los requisitos de nuestra aplicación. No obstante, antes de hacer nuestro código y/o diseño para nuestro proyecto, debemos tener bien claro qué es lo que queremos conseguir, porque el resultado de muchas horas de trabajo sirve de bien poco si nuestro usuario final abandona nuestro sitio o aplicación porque ha encontrado otro que le ofrece una mejor experiencia de usuario.
Por tanto, antes de apresurarse en escribir códigos. Debemos de reflexionar acerca de todos los elementos de nuestro producto. Y que el resultado final ,aunque esté representados como esbozos en un folio, sean fáciles, comprensibles e intuitivos de usar para nuestro usuario objetivo.
Y para ello, debemos partir de la base de que dicho usuario no conoce las particularidades de nuestro sitio. El usuario tiene un problema y queremos resolverlo. La interacción del usuario con nuestro sitio en función de los espacios, palabras e imágenes que ve a través de la pantalla debe de estar enfocado en resolver el problema del usuario. Por ello, debemos anticipar cual será la reacción de nuestro usuario. Cada vez que presiona una de las opciones y si en ese momento se le ofrece es lo que está buscando. Todo esto de un modo intuitivo y tratando de dar la mejor experiencia de usuario desde nuestra perspectiva interna de usabilidad web.
La paciencia es clave para pensar en una buena usabilidad. Pensar en el usuario, y hacerlo en centro de nuestro proyecto nos llevará a obtener mejores resultados.
Ponerse en la piel del usuario
Para ello hemos de ponernos en la piel del usuario y decidir qué clase de interfaz elegir y qué opciones deben destacar sobre otras. De tal manera que el usuario obtenga lo que desee de nuestro producto sin tener que pensar mucho y salga satisfecho de la experiencia que le hemos ofrecido. Esto se llama empatía y debe hacerse antes de escribir cualquier línea de código. Ya que es posible que tras el análisis de usabilidad o una evaluación heurística de nuestra aplicación tengamos que cambiar radicalmente la orientación, estructura o el ámbito del producto.
Por tanto, las opciones que vamos a materializar en nuestro producto pueden variar. Por lo que el trabajo previo puede ser que tengamos que descartarlo en su totalidad si nos damos cuenta de que no estamos ofreciendo la solución que el usuario espera encontrar en nuestro producto.
Además, si ofrecemos soluciones de manera creativa y distintas a nuestra competencia esto puede ser un punto a nuestro favor. Lo cual nos lleva a tratar el tema de creativa e innovación en nuestros procesos.
Creatividad
En cuanto a la creatividad, la mejor forma de desarrollarla es dejar de reprimirla como un elemento indeseado en nuestra vida cotidiana y adoptarla al menos para las soluciones que se nos vayan ocurriendo cuando surja algún problema. Innovar y buscar soluciones alternativas nos harán incrementar nuestro proceso de Genius Design.
Todos nacemos con creatividad, simplemente unos la reprimen con mayor fuerza al considerarla peligrosa y otros son más receptivos a su uso. Una buena manera de potenciar la creatividad es mediante reuniones para hacer brainstorming o tormenta de ideas.
Pero si queremos hacer uso de Genius Design, por muy bien establecidas que tengamos las ideas, hemos de ser creativos para plantear las soluciones a los problemas tal como el usuario trata de resolverlas. Si no se ofrece una manera más eficaz y eficiente, no estará favoreciendo la usabilidad. Esto se consigue practicando la creatividad (no hablo de pintar cuadros o tocar el piano, sino entendiendo que un mismo problema se puede solucionar desde distintos enfoques). Como ya hemos hablado en el punto anterior.
En cuanto el esfuerzo y el tiempo, su importancia es indiscutible en cualquier tipo de trabajo, con la diferencia de que para un buen Genius Design se necesita un tiempo extra para planificar los detalles de nuestro producto antes de siquiera desarrollar sus bases. Con ese planteamiento inicial es probable que ahorremos mucho tiempo en generar estructuras lógicas que pueden ser sustituidas por otras más simples y eficientes. Por ejemplo, si queremos optimizar el uso de recursos, hemos de decidir donde la falta de precisión es indiferente a los propósitos de nuestro cliente.
Ejemplo de Genius Design: Steve Jobs y los productos de Apple
La marcada personalidad de Steve Jobs acerca de los patrones de diseño que debían seguir sus productos se basaban, entre otras cosas, en la filosofía budista zen de la sencillez, tal como se relata en este artículo. Podemos observar que Steve Jobs no era sencillamente un jefe con mucha ambición que mandaba sobre sus empleados como si ellos debieran aportarle a él la solución que cimentaba la apariencia de los productos de su empresa.
Al contrario, sus exigencias provenían de una idea interiorizada con anterioridad de cómo debía ser un producto y la apariencia que éste debía tener, aunque sus empleados no lo entendían porque Steve Jobs era altamente creativo, era consciente de que lo que fabricaba Apple debía ser atractivo para todo público que pudiera tener un dispositivo en sus manos.
Estos debían ser sencillos para que cualquiera pudiera hacer cualquier cosa con tres clics o menos y no temía adoptar medidas que nunca se habían tomado en el mercado, aplicaba toda su creatividad en cada uno de sus productos (hasta el hartazgo de sus empleados), y además de todo esto, era constante y trabajador hasta la extenuación propia y de las personas que trabajaban con él en la mejora de sus productos.
Todas estas cualidades hicieron de Steve Jobs un icono de la cultura contemporánea, pero salvo el tiempo que no hayamos seguido estas directrices, no hay impedimento para que no podamos emular (al menos a pequeña escala) los logros de Steve Jobs.
Fuentes y lecturas recomendadas
Steve Jobs loves simplicity
The Myth of the Genius Designer – Jakob Nielsen
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