ASUNTO: Algo que hace muy bien Espinosa de los Monteros

Algo que hace muy bien Espinosa de los Monteros

El otro día un suscriptor de los emails de pago me pasó un vídeo de un experto en oratoria analizando la forma de hablar de Espinosa de los Monteros, el de Vox.

Como en la suscripción hablamos mucho de persuasión, me dijo:

“No sé si este (Espinosa) sabe algo de persuasión, pero lo borda”.

Como a mí me encanta ver discursos de gente que lo borda, lo fui a ver.

Y sí, lo borda.

El experto marcaba una característica de Espinosa de los Monteros que le convierte en un orador demoledor. Pero en realidad son dos.

Son cualidades que pasan desapercibidas para el gran público, pero que él tiene hiper desarrolladas y le permiten salir airoso incluso aunque su discurso incluya alguna burradas ideológicas.

A poco que busques en Youtube verás infinidad de vídeos titulados “Zasca de Espinosa de los Monteros a [meter aquí algún periodista o rival político]”.

Y no es casualidad.

[Ojo, esto se puede aprender]​​


Todo viene de su enorme capacidad para escuchar con atención y, sin tomar nota alguna, armar una respuesta basada en uno de los principios de persuasión de Aristóteles, la lógica.

Espinosa escucha con atención, procesa el mensaje y arma un mini discurso en respuesta basado en argumentos racionales.

Eso es lo que decía el experto en oratoria, pero utiliza una segunda estrategia.

Y esta sí que es de maestros.​​


Mientras la otra persona habla él pone toda su atención, o lo parece.

​​A pesar de estar armando su respuesta no aparta la mirada, asiente todo el tiempo. Da la sensación de que podría venirse el mundo abajo que él no dejaría de escuchar.


Y eso gusta, gusta mucho. Le habla directamente al inconsciente de su interlocutor: "Me importa lo que dices".

Lo que consigue en la otra persona es un efecto definido por Dale Carnegie en el libro“Cómo ganar amigos e influir en las personas” y es aniquilador.

En el bloque 3 de la suscripción a Gente Invencible analizamos a fondo ese efecto y vemos cómo conseguirlo.

En concreto lo vemos con la historia de uno de los asesores del presidente americano Woodrow Wilson, que siempre conseguía que Wilson hiciera lo que él había propuesto.

El resto de asesores, como la mayoría de la gente, no conocían la estrategia y, como es normal, se sorprendían.

Requiere algo de práctica, pero en cuanto lo pillas tu facilidad para influir en las personas (y para dejar zascas, a lo Espinosa de los Monteros) se dispara.

Si te interesa, está explicado en detalle aquí:

Gente Invencible

Un saludo

Álvaro

P.D. ¿Te he dicho que esto es muy rentable? Porque lo es mucho.