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Llámame raro, pero si tu plan para alcanzar la libertad financiera (y que sea antes de que aparezcan los problemas de próstata) consiste en trabajar durante 30 años seguidos, tu plan me parece muy poco
sexy.
Ojo, no digo que sea un mal plan, solo digo que es un plan que no me resulta atractivo.
Y sí, ya sé que, con la que está cayendo, el simple hecho de tener controladas tus finanzas y llegar a tu jubilación con unos buenos ahorros es casi una proeza.
Eso lo sé.
Mucha gente financieramente
responsable, y otros tuiteros de éxito, ahorran un 10-20% de su salario cada mes y lo gestionan lo mejor que pueden, y eso es cojonudo. Esas personas tienen toda mi admiración.
Pero es quedarse en la superficie.
Mira.
Las posibilidades que existen hoy en día para aumentar tus ingresos son “la hostia” (entendiendo “la hostia” como una unidad de medida extrema y novedosa).
Hace 15 o 20 años si querías ganar más dinero sólo podías:
- Encontrar un trabajo en el que cobraras más (y seguir intercambiando tu tiempo por dinero).
- Montar un negocio físico y hacerte “empresaurio” (con todos los dolores de cabeza que eso implica)
O una cosa o la otra.
Algunos, como el Dioni, decidieron ir a contracorriente y robar un furgón. Otros, como Mario Conde, directamente vaciaron el banco.
Ni una ni otra son estrategias que yo te pueda recomendar. Creo que hay alternativas mejores. Y más seguras.
Te voy a hablar de una que me gusta mucho, y puede que a ti también.
Internet.
Sí, Internet.
Me podría poner técnico, pero no es el momento. Solo quédate con la idea de que hoy es mucho más fácil, al menos en comparación con los que ya saben qué hace un urólogo, generar ingresos sin todas las complicaciones de un negocio físico.
Mucha gente se ha quedado con la estúpida idea de que solo si eres nativo digital puedes hacer algo más que mirar Facebook y el Marca, cuando la mayoría de los chavales, supuestos nativos digitales, todo lo que hacen es pajearse y mirar a Ibai.
Créeme si te digo que muchos están peor que tú. Tan nativos como empanaos.
Anota esto donde lo puedas ver:
Tener granos y Tiktok no es condición necesaria para aprovecharse del cambio de paradigma que ha supuesto Internet para los negocios, ni mucho menos.
Tampoco hace falta que bebas Monster.
Por
supuesto que Internet no es para todo el mundo, no todos pueden, pero es que la mayoría ni siquiera sabe si puede o no.
En este escenario en el que la mayoría ni lo intenta, vamos a centrarnos en los que sí lo intentan.
(Te lo digo para que sepas si seguir leyendo o no).
Pero... ¿y si
Internet no es lo que te habían contado? Que Internet es un gran lugar para hacer negocios es indiscutible. Te lo he dicho yo y te lo han dicho en decenas de webinars gratuitos.
Pero los beneficios reales de Internet van más allá de sus nulas barreras de entrada o de la escalabilidad.
Te pongo mi ejemplo:
Ayer, y otros muchos días, estuve trabajando desde las 9 am a las 2 am, cerveza mediante.
Me ha tocado lidiar con emails, hostings, pagos, facturas... hasta trolls. También he discutido con mi mujer por culpa de la tensión del momento.
Sin embargo, tengo una satisfacción extraña que hace que todo eso merezca la pena, y que va mucho más allá del dinero y de los nuevos suscriptores.
Una sensación de estar agitando el avispero que es adictiva.
Hace poco leí una entrevista a Elon Musk y contaba que dormía muchas veces en la fábrica de Tesla, en el suelo.
—¿Por qué haces eso? —le preguntó el periodista.
—Porque no tengo tiempo de ir a casa.
Tócate los teslas.
El tío con más pasta del mundo, que podría dormir donde sus posaderas quisieran, con quién quisieran, y hasta la hora que quisieran, tirado en un frío suelo de hormigón pulido.
No, no
es por la pasta (y mira que la pasta mola), es por sentir que la estás persiguiendo.
Ni tú ni yo somos Elon Musk –y seguramente tengamos más aprecio a nuestro colchón– pero esa sensación de estar haciendo, avanzando, produciendo, resulta igual de motivadora y satisfactoria para todos.
Sí, para ti también, aunque quizás no lo sepas.
La sensación es difícil de explicar, pero es cojonuda.
Te puede ir mejor o peor, pero joder, no te has quedado esperando a que te caiga del cielo. Estás yendo a buscarlo. A mí esto me pone muchísimo.
La mayoría de la gente se justificará con excusas, pero la realidad es que no quieren molestarse y no hacen nada. Y cuando no haces nada, ¿sabes lo que pasa? Pues nada, qué va a pasar. No pasa una puta mierda.
Viscolástica y el radiador cerca, a 21 grados. Que te jodan.
Mira.
Yo no soy nadie especial. Soy un tipo del montón.
Me gusta la tecnología y me gusta Internet, sí. Pero de Wordpress, SEO, plugins, automatizaciones y todo
ese rollo sé lo mismo que de vinos: casi nada.
Sin embargo, eso no me ha impedido poner en marcha mi membresía.
He ido poco a poco, sin grandes objetivos, dando pequeños pasitos, haciendo una cosa tras otra... Quería peces y me he mojado el culo. Lo he intentado, y me ha salido bien.
Podría haber salido mal (de hecho, lo normal es que salga regular o mal), pero salió bien.
¿Pero sabes una cosa?
Incluso cuando sale mal, por muchas noches que duermas en el suelo, sin radiador ni viscolástica, puedes dar por seguro que cuando pasen los años y mires atrás te van a parecer mejores que una velada en un hotel de cinco estrellas.
Bien.
Consciente de lo bien que
combinan Internet y la satisfacción por estar mojándote el culo, en mi membresía le doy suma importancia al tema de los negocios digitales, que es una de sus tres patas.
Las finanzas e inversiones y los negocios digitales son la 1906 y la copa flauta de cristal de bohemia. Juntas mejor que separadas.
Por eso, la primera decisión que tomé cuando puse en marcha mi membresía fue fichar a Álvaro Sánchez, un perro viejo con más recorrido en el mundo de los negocios digitales que Loquillo en el de la música, de los que no les duele dormir en el suelo, y crear junto a él una formación (muy bestia) sobre activos digitales.
Ojo, que no he dicho negocios online, he dicho activos digitales. Y hasta ahí puedo leer.
Al tipo de negocios que cumplen los requisitos para convertirse en activos digitales los hemos llamado Negocios f*ck you money.
Son negocios con unas características muy peculiares (que mucha gente que se busca la vida en Internet ignora) que los convierten en potenciales árboles del dinero. Y se llaman así porque están alineados al 100% con
la posición f*ck you money.
El concepto es muy potente y el curso (de diez clases) ha tenido una aceptación enorme en la Comunidad Nudista. Me atrevo a decir que es el contenido más transgresor y el que más engancha de todos los que vas a encontrar en mi membresía.
Y mira que hay cosas dentro, pero este curso es algo realmente bueno. Ya me habría gustado verlo hace algunos años.
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Si quieres entender las reglas del juego de los negocios online, saber dónde está el dinero, dónde no está y, sobre todo, sentir el placer de buscarlo, este
curso te será de gran ayuda:
Suscripción a Nudista Investor (10€/mes)
P.D. Es prácticamente imposible que no rentabilices tus 10 euros después de ver la clase 2.
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