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Si no ahorras una parte de tu sueldo cada mes, vas camino de ser un pardillo integral el resto de tu vida. Te lo digo sin acritud y espero que no te tomes a mal mis palabras.
Pero sin dinero en tu cuenta corriente nunca tendrás libertad, solo exclavitud. No podrás ver pedalear por primera vez a tu hijo porque estarás trabajando, por ejemplo. Tampoco podrás ir a su actuación de fin de curso. Quizás ni siquiera le veas nacer. O quizás ni siquiera tengas tiempo para practicar sexo porque estás demasiado cansado de tanto trabajar, en cuyo caso nunca tendrás hijos. Serás un esclavo de tu salario y de tu jefe, y te deberás a ellos el resto de tu vida. No sé a tí, pero a mí me parece un plan terrible. Verás. Yo no soy nadie para decirte que hagas esto o lo otro con tu dinero, pero me gustaría que tomases un poco de conciencia sobre esta situación que te acabo de describir. Necesitas ahorrar para comprar libertad y poder decir "f*ck you money". F*ck you money, primer contacto A mí esto del ahorro me hace mucha gracia. Si tú le dices a alguien que todos los meses consigues ahorrar 200, 400 o 2.000 euros, lo más seguro es que te llame tacaño y que se ponga a la defensiva: - Con los sueldos de hoy en día es imposible
ahorrar. Ajam. - Vas a ser el más rico del cementerio. Ya. - La vida son dos
días y hay que disfrutarla. Claro. - Cualquier día te da un infarto y tanto ahorrar pa qué. Que te jodan. Alguien que piense de esta forma debería estar fuera de tu círculo de influencia. Solo resta, no suma. Cuanto más lejos, mejor. F*ck you money, segundo contacto Dicen los psicólogos que el cerebro humano está programado para pensar a corto plazo; busca la gratificación inmediata y es incapaz de imaginarse un escenario largoplacista, aunque los beneficios sean exponenciales. Este es un sesgo peligroso que debes aprender a combatir si no quieres ser un pardillo durante toda tu vida. Te voy a decir cuál es mi enfoque:
- Si ahorras el 25% de tu salario, cada 4 meses de trabajo "compras" un mes de libertad.
- Si ahorras el 50% de tu salario, aún mejor: por cada mes que trabajas, "compras" otro mes íntegro de libertad. Proporción 1:1.
Y ojo, estos son cálculos muy simples. Hablamos solo de ahorrar, no de invertir. En el momento en que inviertes ese dinero, compras la libertad mucho
más rápido. (Deberes para los suscriptores más neófitos: aprender cómo funciona el interés compuesto) En mi caso, yo no ahorro e invierto para renovar el coche cada 4 años. Tampoco me hace especial ilusión beber vinos caros. Mi coche tiene 13 años y funciona como el primer día; y donde se ponga una 1906 Red bien fría que se quiten los vinos cuyo nombre no sé pronunciar. Tengo una vida sencilla y eso me permite tomar decisiones sencillas. Te cuento. Los gastos funcionan como un gas que se expande hasta ocupar el cien por cien del volumen de los ingresos. Aumentar gastos según aumentan los ingresos no me parece una forma razonable e inteligente de alcanzar la libertad financiera. Más bien me parece una forma razonable e inteligente de convertirte en el más tonto de tu bloque. En un paria. En alguien que vivirá toda su vida a una sola nómina de distancia de la indigencia. Por aclarar: - Tu coche nuevo puede ser muy bonito, pero si te lo rayan y no puedes permitirte
pintarlo, igual te has pasado de frenada. - Tu apartamento en la playa es poco atractivo si tienes que dar horas extras los fines de semana para pagarlo. - El extracto de tu Visa me dice que ese iPhone de 1.000 euros no fue una compra sensata. Si tu plan de felicidad es este, nada en contra. Te deseo
suerte. Yo voy por otro camino. F*ck you money, tercer
contactoEn mi opinión, la verdadera felicidad la consigues en el momento en el que el dinero te permite eliminar de tu vida todo aquello que no necesitas. Ese es mi concepto de fuck you money. ¿Que tu jefe es un gilipollas? Pues lo mandas a tomar viento. ¿Que quieres acompañar a tu madre al supermercado un martes a las 12 de la mañana? Pues la acompañas, que para eso es tu madre. ¿Que
quieres dedicarle una semana íntegra de tu vida a tu familia? Pues lo haces. Tienes libertad de agenda. ¿Te parece normal tener que pedir permiso a un desconocido para estar con tu familia? A mí no. Con dinero ahorrado, la hipoteca y las facturas dejan de ser un problema. No necesitas ir pidiendo favores por
la vida y puedes tomar decisiones que te hagan sentir autorrealizado. Tienes vía libre hacia la libertad. Tu libertad. Porque seamos sinceros: si no eres libre de decidir sobre tu propia vida, ¿qué haces en ella? ¿Trabajar de forma robotizada desde que amanece hasta que se hace de noche para poder disfrutar de 15 días de vacaciones al año? 15 días. Oh. Pulserita de todo incluido, foto a Instagram haciendo morritos y a picar piedra hasta el año siguiente para volver a disfrutar de la experiencia. Tu felicidad son unas expectativas que duran 350 días y que se consumen en solo
15. Vives en una ilusión, ¿no te das cuenta? No se tú, pero yo me niego a vivir así. Necesito afrontar la vida desde una posición fuck you money. Y a eso dedico todos mis esfuerzos. Cómo conseguirlo ya es otro tema. Lógicamente, no es fácil y no existen fórmulas mágicas ni plantillas que copiar. Cada cuál tiene que buscar su propio camino. F*ck you money, cuarto contactoEn mi camino hacia el fuck you money, sigo tres reglas muy sencillas:
- Regla número 1: controlo cada euro que entra o sale de mi bolsillo. Uso una app (Money Pro) y vuelco datos a Coda. (Lo aclaro porque mucha gente me lo pregunta por privado).
- Regla número 2: vivo por debajo de
mis posibilidades. Gastar dinero no me resulta especialmente atractivo. Sin embargo, me pone a mil pensar en la libertad que compro gracias a mi capacidad de ahorro e inversión.
- Regla número 3: focalizo mis
esfuerzos en generar nuevas fuentes de ingresos. Reducir gastos está bien, pero aumentar ingresos es mucho mejor. La contención del gasto tiene límites, la expansión de los ingresos, no.
Dicho esto, que te quede claro que ni soy un genio ni me creo más listo que nadie. Si piensas así es porque no has entendido nada. Mi única virtud es mi capacidad para pensar a largo plazo. Nada más. Hace tiempo me di cuenta de que la clase media son los padres disfrazados de Papa Noel el día de Navidad. No existe. Es una falsa ilusión que te permite vivir en armonía. Si lo piensas fríamente, sólo hay dos clases sociales: los que son dueños absolutos de su tiempo y los que no. Repito para los de la última fila: Sólo hay dos clases sociales: los que son dueños absolutos de su tiempo y los que no. Tú decides el grupo en el que quieres pasar el resto de tu vida. Un fuerte abrazo, Nudista Investor Pd: la próxima semana haré una sesión de porno financiero para explicarte, paso a paso, el sistema que utilizo para ahorrar. También repasaré el error que comete mucha gente (incluso gente inteligente) cuando ahorra. O quizás no. En cualquier caso, f*ck you money.🚩 Pd: Si quieres patrocinar esta newsletter, clic aquí.
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